Las abejas melíferas tienen 6 patas o 3 pares de patas unidas al tórax. Las patas de las abejas están segmentadas en coxa, trocánter, fémur, tibia, tarso (que contiene el basitarso y 3 tarsómeros) y el pretarso.
Las abejas utilizan sus patas para diversas tareas, además de caminar. Algunas de estas funciones adicionales son acicalado y limpieza, así como recolección y almacenamiento de polen.
Los tres conjuntos de patas comparten la misma estructura básica, pero algunos contienen adaptaciones para realizar tareas específicas. Por ejemplo, el limpiador de antena en las patas delanteras y la corbícula (o canasta de polen) en las traseras.
Las patas muestran algunas diferencias dependiendo de la casta. Estas diferencias se encuentran principalmente en algunos segmentos específicos relacionados con el rol que tiene la casta dentro de la colmena.
Segmentos Y Piezas De Las Patas
Las patas de las abejas están segmentadas en las siguientes partes:
Coxa – Es donde la pata se une al tórax y permite que las patas se muevan hacia adelante y hacia atrás.
Trocánter – Se encuentra entre la coxa y el fémur. El trocánter permite el movimiento de la pierna hacia arriba y hacia abajo y se mueve como una unidad con el fémur.
Junto al fémur se encuentra la tibia, que apunta hacia abajo desde el fémur.
La tibia es uno de los segmentos que muestra las diferencias más notables entre la pata delantera, la media y la trasera.
Este segmento contiene algunas adaptaciones que permiten a las abejas realizar tareas específicas. Más adelante se hablaré de ello.
Después de la tibia está el tarso, que se divide en 5 sub-segmentos conocidos como tarsómeros.
A diferencia de la tibia y los segmentos anteriores, el tarso no tiene músculos. En su lugar, un largo tendón conocido como tendón unguitractor recorre la pierna, incluyendo los tarsómeros.
El primero de los tarsómeros se llama basitarso y es el más grande.
Al basitarso le siguen tres tarsómeros más pequeños y el pretarso que termina con el pie.
El pretarso comprende el último de los tarsómeros y el pie. El pie, como puedes imaginar, ayuda a las abejas a pararse en las superficies. Este segmento también contiene dos pares de garras y el arolio.
El arolio es una almohadilla suave y flexible entre las garras y permite a las abejas adherirse a las superficies.
Las garras pueden proporcionar un fuerte punto de apoyo; sin embargo, no siempre son suficientes para proporcionar estabilidad. Por ejemplo, como cuando las abejas se posan en materiales resbaladizos o lisos.
Aquí es donde entra en juego el arolio. El arolio permite a las abejas adherirse literalmente a la superficie secretando una sustancia similar al pegamento.
¿Las Abejas Tienen Rodillas?
La expresión popular en inglés “The bee’s knees,” (en español “las rodillas de las abejas”) es utilizada para afirmar que algo es excepcional o de gran calidad. Gracias a esta frase, muchas personas se preguntan si las abejas tienen realmente rodillas.
¡Resulta que sí las tienen!
Al igual que los humanos, las abejas tienen una tibia y un fémur en sus patas que son unidos por una articulación. En términos generales, esta articulación es lo que comúnmente conocemos en la anatomía humana como la articulación de la rodilla.
Por lo tanto, la articulación entre la tibia y el fémur de las abejas podría considerarse como la rodilla de las abejas.
En cuanto a por qué son una expresión para representar calidad excepcional… quizá sea un tema para otro artículo en el futuro 😉.
¿Para Qué Usan Las Abejas Las Patas?
Las abejas utilizan sus patas para muchas cosas. Algunas de estas funciones no son nada sorprendente, como caminar y aterrizar después de volar; sin embargo, hay otras formas en las que las abejas utilizan sus patas que les ayudan en actividades cotidianas como la recolección de polen.
No Todas Las Patas Son Iguales
Cada conjunto de patas ayuda a las abejas en tareas concretas. Por eso tienen algunas diferencias fisiológicas.
Patas Delanteras
Por su proximidad a la cabeza, las patas delanteras acicalan y limpian la boca y las antenas.
Las patas delanteras tienen una parte específica que les permite hacer este trabajo de la mejor manera posible. Esta parte se llama limpiador de antenas, y está situada entre la tibia y el basitarso.
El limpiador de antenas tiene el aspecto de una hoz o cavidad semicircular en el basitarso e incluye una fila de pelos rígidos. Además, un espolón o espiga, llamado espolón tibial unido a la tibia, se cierra en la hendidura cuando el basitarso se dobla hacia la tibia.
Las abejas utilizan el limpiador de antenas colocando la antena en el recoveco y doblando la pata para que el espolón se cierre sobre la antena y una hilera de cerdas atrape cualquier partícula de polen o polvo.
Patas Medias
Las patas intermedias no tienen ninguna parte única o una tarea específica que las distinga de las otras dos.
Al parecer, sólo ayudan a las patas delanteras y traseras en el aseo y la recolección de polen, lo que tiene bastante sentido ya que están en medio de las otras.
Patas Traseras
La tarea más conocida de las patas traseras es su capacidad para recoger y transportar el polen. Tal vez, al observar abejas, hayas notado algo que parece una bombilla amarilla unida a sus patas traseras.
Se trata de sus canastas de polen, que pueden ser más notables una vez que están llenas.
Probablemente puedas verlos si prestas atención y te acercas lo suficiente (sólo si te sientes seguro de hacerlo y no tienes reacciones alérgicas).
Esta adaptación particular se encuentra en la tibia de las abejas melíferas obreras, y es probablemente la diferencia más evidente en las patas de las tres castas principales.
La superficie exterior de la tibia en las abejas obreras está cubierta por grandes pelos curvados que forman una bolsa o cesta llamada corbícula.
Las abejas utilizan las cerdas cortas y rígidas de la superficie interior del basitarso para cepillar el polen de la pata opuesta y rasparlo dentro de la cesta.
Las patas traseras también desempeñan un papel en el proceso de fabricación de la cera.
Entre el basitarso y la tibia, las abejas tienen espinas o pelos rígidos que raspan la cera cuando sale de las glándulas cereras (o glándulas productoras de cera) situadas en la parte inferior de su abdomen.
Las patas también ayudan a transportar las láminas de cera fresca hasta sus mandíbulas para que puedan masticarlas y añadirles secreciones salivales para convertirlas en la sustancia que utilizan para construir el panal de su colmena.
Dato Curioso: ¡Las Abejas Pueden Saborear A Través De Sus Pies!
Bueno, en realidad no tienen papilas gustativas en las patas (ni en ninguna parte del cuerpo). Pero tienen células receptoras del gusto en las patas delanteras y en los pies, que les permiten procesar el gusto.
Estas células receptoras se encuentran en las sensilas, unas estructuras especiales de la cutícula que pueden adoptar la forma de pelos o clavijas.
Otras partes del cuerpo que tienen sensilas son la boca y la antena.
Las sensilas de las patas delanteras son en su mayoría pelos y están distribuidas uniformemente a lo largo de los diferentes sub-segmentos del tarso. Sin embargo, la garra o pie tiene una mayor concentración de estos receptores gustativos.
Resumen
Las abejas tienen 3 pares de patas que les permiten hacer muchas cosas además de caminar. Con sus patas, las abejas pueden recoger y transportar el polen a su colmena, limpiar eficazmente su antena y sus piezas bucales, ¡e incluso saborear!
Todas sus patas tienen los mismos segmentos, pero algunos de ellos contienen adaptaciones especiales que les ayudan a realizar estas importantes tareas.
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